Historia de la Virgen de los Remedios
HISTORIA DE LA VIRGEN
En 1485 el Rey Católico invade la comarca malagueña por Álora. El castigo infligido a la población de Benamaquís, que es pasada a cuchillo al descubrirse que había asesinado a algunos cautivos cristianos, apresuran la rendición de Coín y Cártama, plazas que estaban siendo sometidas a un asedio simultáneo. El Marqués de Cádiz y otros, se encaminaron a acercar la Villa de Coín, y el Maestre Santiago a la de Cártama. Conociendo la fortaleza de Cártama mandó poner su Real sobre ella y colocó guardas en sus caminos, para evitar que viniesen los moros de la serranía a ayudarlos. Refiriéndose a dicha conquista, aparece en la sillería del coro de la Catedral Primada de Toledo, un bajo relieve en el cual describe el momento de la rendición de la Villa de Cártama. Aparece la Reina Isabel montada a caballo recibiendo las llaves de la fortaleza de manos del caudillo moro.
Tomada la Villa de Cártama, el Maestre de Santiago, suplicó al Rey que le diese a aquella villa que estaba a tres leguas de la ciudad y en buena disposición para proseguir la guerra. El Rey se la concedió y mandó reparar las torres y los muros y la abasteció de lo necesario para su defensa.
En esas fechas que siguen a la tomas de los pueblos por el Rey Católico, y mientras éste se ocupaba de los asuntos de guerra, su esposa La Reina Isabel desde Sevilla, organiza los abastecimientos del ejército y rodeada de un grupo de artistas, estos van tallando innumerables imágenes, en especial de la virgen que van enviando a pueblos conquistados para su entronización en las mezquitas consagradas. Así es como llegó la imagen de la Virgen de los Remedios a Cártama, en los últimos años del siglo XV, bajo la advocación de Virgen de la Encarnación. Titulo éste que se dio a todas las imágenes marianas durante el período de la Reconquista. Popularmente era conocida como la “Virgen del Monte”.
Establecida la advocación de la Virgen de la Encarnación en Cártama, desde la llegada de los Reyes Católicos, tendrá lugar un acontecimiento que marcará la historia de esta Virgen hasta nuestros días. A finales del siglo XVI, la comarca del Bajo Guadalhorce, fue azotada por varias epidemias, al igual que al resto de la provincia. Eran tantos los que morían que apenas había tiempo para darles sepultura. La gente sólo se ocupaba en prepararse para bien morir, olvidándose por completo de todo negocio y cosas terrenales. Sumidos en tan profunda desolación apelaron a la fe como último remedio. Alguien sugirió la idea de sacar en procesión de rogativa a la “Virgen del Monte”. Entre lágrimas y sollozos todo vecino natural de Cártama salió en procesión acompañando a la Virgen en su bajada del Santuario al pueblo y a su vez por las calles dándose cuenta la gente que al paso de la imagen la terrible enfermedad iba cesando paulatinamente.
Es en ese momento cuando cambia la advocación de la Virgen tomando el nombre de Nuestra Señora de los Remedios, en atención al término del violento azote que estaba sometido el pueblo. Fue un 23 de abril de 1579.
Dicha fecha es tan importante en la Historia para el pueblo de Cártama que ha sido transmitida a lo largo de los siglos por tradición oral, hasta el punto que hoy en día se considera un hecho histórico relevante.
También la iglesia agradeció este favor, acordando el consistorio de entonces y el Obispo de Málaga Don Bartolomé Espejo Cisneros, ante el notario del Reino Don Fermín Fonseca, celebrar “por siempre jamás” la función solemne de acción de gracias cada 23 de Abril para servir y agradecer a nuestro señor y a su santo Padre, verificado en 1618 que haciendo memoria de dicho voto, acordaron que dicha fiesta se hiciese con la máxima solemnidad posible.
Desde entonces y desde esa fecha todo 22 de abril es bajada al pueblo acompañada en masa por peregrinos de todos los lugares de la comarca que la acompaña para honrarla con función religiosa, en agradecimiento al prodigio, con ello el pueblo demuestra su gran devoción a la Sagrada Imagen.
Numerosas son las leyendas que acompañan siempre a las imágenes marianas ya que de padres a hijos ha sido la manera más coloquial y casi siempre contada como si fuera un cuento de acercarnos aún más si cabe a la figura de la Virgen. La leyenda, como no podía ser de otra manera, va siempre acompañada de una figura que es casi siempre un pastor que se encuentra la imagen y es el primer encargado en dar a conocer la buena nueva de la aparición de la imagen.
Sin duda una de las leyendas de la Virgen de los Remedios de Cártama, es la del moro y el cristiano, y ésta se remonta a los tiempos del pirata Barbarota cuando el singular pirata hizo sus hazañas por tierras malagueñas en el año 1540. Cuenta la leyenda que había un Rey moro bastante acaudalado que tenía por criado a un cristiano cartameño, un día se encuentra el Rey al cristiano llorando y éste le pregunta que le pasa. El criado le responde que hoy en su pueblo que lo vio nacer paseará por sus calles nuestra querida virgen. Tal era la fe que desprendía sus lamentos, que el moro despiadado lo encerró en un arcón, amarrándolo con cadenas, a su lado dispuso su fiel y fiero perro. Sobre el arcón colocó su cama diciéndole al acostarse: ¡puesto que la virgen de tu pueblo es tan milagrosa pídele que te lleve para ver sus fiestas!.
Dicen que a la mañana siguiente pudo verse ante la iglesia de Cártama este cuadro pintoresco; un arca con la tapa levantada y dentro un hombre en actitud orante, un perro atado al arcón y junto a él un moro de pie, insensible a cuanto pasaba a su alrededor.
Éstas son parte de las leyendas populares que de generación en generación van pasando y pasarán a formar parte de la historia del pueblo.
Referente a la imagen de la Virgen de los Remedios, se sabe que fue traída por los Reyes Católicos en el momento de la Reconquista de Cártama como costumbre que realizaban los Reyes, era una forma de expresar la conquista del cristiano y a su vez consagraba la mezquita que allí existía.
Debido a una restauración que se realizó de la imagen de la Virgen se constató que es una talla perteneciente al siglo XV, se trata de una talla policromada de unos 18 centímetros y que por su representación pudiera pertenecer a un retablo o alguna estatuilla de alguna cabalgadura de la época.
La virgen esta engalanada con el mayor esmero siendo todas los mantos donados por fervorosos devotos en prendas de gratitud por el favor concedido y es que la devoción y el culto a la virgen de los Remedios es desde siempre muy fuerte y esto es así entre otras cosas por la fuerte tradición, muy arraigada en el pueblo.
La Virgen de los Remedios es el nexo de unión entre todos los núcleos del municipio, Cártama vive con y para la virgen de los Remedios, siendo éste un hecho que se demuestra año tras año en el tiempo que permanece la Virgen en el pueblo y el resto del año en su Santuario, siendo cada vez más visitado ya no sólo por gente de la comarca, si no por visitantes nacionales e internacionales.
LA VIRGEN PEREGRINA
En 1936, antes de iniciarse la guerra civil española, don José González Marín de acuerdo con el párroco de Cártama, se llevó a la Virgen de los Remdios de peregrinación por América con el fin de salvarlas de la quema por los conflictos de la guerra, durante año y medio la Virgen viajó y dejó una admiración por todo el nuevo continente con grandes devociones y milagros dulces de pasión, que la llevó a traer un patrimonio de mantos, alhajas, coronas, un armonio y 16 banderas, junto con los documentos acreditativos de las donaciones de los distintos países, un sinfín de anécdotas y demás, historia relatada admirablemente por Don Francisco Baquero Luque, el Juglar y la Virgen Peregrina, una lectura imprescindible para conocer la historia de la Virgen de Cártama.